Regar solo por las tardes
No riegues las plantas a pleno sol; las gotas actúan como una lente concentrando los rayos de sol y pueden provocar quemaduras.
Hojas relucientes
Un buen método para limpiar las hojas de las plantas de interior es pasarles un paño mojado con cerveza. También da resultado pulverizarlas con una mezcla de leche y agua a partes iguales.
Abono después de regar
Los aportes de abono en solución deben realizarse siempre después de un buen riego. Si lo haces sobre tierra seca, corres el riesgo de quemar las raíces y ya no se recuperarán.
Aceite para tus geranios
Fortalece tus geranios echándoles, cerca de las raíces, una gota de aceite de oliva. Además de ponerse más brillantes y bonitos, florecerán antes.
Le falta agua
Para comprobar si una planta le falta agua, rasca con un dedo la superficie de la tierra hasta un centímetro de profundidad. Si el tacto de la tierra es seco riégala sin perder tiempo.
Parecen canas
En algunas plantas pueden salir unas pequeñas manchas de color gris en las hojas. Estas manchas están provocadas por el exceso de cal que suele contener el agua de riego. Para solucionarlo, añade vinagre al agua y las manchas desaparecerán.
Bien hidratadas
Una formula muy sencilla para que a tu planta no le falte nunca humedad es colocar una capa de guijarros en la superficie de la tierra. Además de retener mejor el agua de riego, queda muy decorativo.
Vamos de viaje
Si tus esquejes van a tener que viajar, corta una botella de plástico por la mitad. Sujeta al fondo un paño de cocina húmedo con unas horquillas. Introduce tus esquejes en este bloque. Incluso aunque se den la vuelta no sufrirá ningún daño.
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© Patricia López Diseño Floral 2011 - 2023